Aunque poco se sabe de sus orígenes, es bastante verosímil la hipótesis de que éstos se enraízan con los del antiguo Braco español, que ha tenido una gran influencia en muchas razas continentales de muestra. Algunos, incluso, lo consideran descendiente del Braco italiano, pero esta hipótesis es bastante poco creíble, debido a las grandes diferencias de tipicidad y de estructura que existen entre estos dos perros. De todos modos, es cierto que se trata de una raza muy antigua, y una prueba de ello está dada justamente por la falta de noticias precisas sobre sus orígenes. Sin embargo, aunque conocida y fijada en su estándar desde hace mucho tiempo, esta raza es prácticamente desconocida fuera de Portugal, representando un fenómeno exclusivamente nacional, que, por otra parte es algo bastante corriente en la cinofilia.